2024, un año de remar contramarea para poder seguir adelante

Este 2024 hemos tenido que remar contramarea para poder seguir adelante con nuestros proyectos de prevención y erradicación de la violencia de género. Como muchas otras entidades del tercer sector que desarrollamos proyectos de acción social a través de subvenciones, nos hemos visto afectadas por los cambios en la gestión del sistema con la unificación de convocatorias a través de la CONVO. Sí, lo admitimos: a nivel económico hemos tenido que hacer malabares para subsistir. 

En este sentido, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento y entrega a los equipos de atención directa, que han continuado trabajando con un sobreesfuerzo para llegar a todas las personas con la misma calidad de servicio, a pesar de la escasez de recursos. Gracias a todos estos equipos de profesionales, hemos podido atender a más de 10.000 personas a lo largo del año desde nuestros diferentes servicios: atención residencial, terapéutica, educativa y pedagógica, atención familiar, orientación laboral y atención a la infancia en situación de riesgo. 

Con todo, sin duda ha sido un año para reflexionar y poner a prueba nuestra creatividad, y por ello, en la Asociación in via este año hemos apostado por la formación y la capacitación de profesionales con el objetivo de compartir nuestra experiencia adquirida a lo largo de 72 años de lucha contra violencias desde diferentes contextos y perspectivas. 

También ha sido un año en el que hemos reafirmado nuestras alianzas con otras entidades a nivel nacional. De hecho, hemos puesto en marcha un nuevo proyecto con in via Zaragoza para atender a mujeres y familias supervivientes de trata de personas con fines de explotación sexual en todo el territorio español. Juntas, nos comprometemos a deslocalizar a las supervivientes en situación de riesgo y ofrecerles atención integral para que puedan recuperar sus derechos vulnerados. 

Pero, sobre todo, durante este 2024 que ahora cerramos, hemos constatado la cronificación de la feminización de la pobreza, donde las familias monomarentales se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad. Por ello, comenzamos el 2025 con las mismas fuerzas de siempre y las ideas más claras que nunca: debemos seguir trabajando para dar respuesta a estas mujeres e infantes que se encuentran atrapados en el círculo de la pobreza, y no pararemos hasta romperlo. 


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