El 55% de las mujeres de Barcelona no puede cubrir las necesidades básicas con su sueldo
Associació in via ha participado en el “Barómetre sobre la feminització de la pobresa a Barcelona” que impulsa Social.cat, una radiografía de la situación socioeconómica de las mujeres en la ciudad
De las 238 mujeres que han participado en la muestra, 1 de cada 4 (25,2%) dedica más del 80% de sus ingresos al hogar
Desde Social.cat han realizado el estudio Baròmetre sobre la feminització de la pobresa a Barcelona. Han extraído datos que evidencian la vulnerabilidad social estructural que afecta a muchas mujeres de la ciudad gracias a muchos colectivos y organizaciones de mujeres d ela ciudad que hemos ayudado, como Associació in via, SINDILLAR, Fundacio_Surt, LasKellysBCN, SindicatoSad, SindicatMares, MujeresPalante, abd_ong, intermedialabor, Associació Som de Barri, y los planes comunitarios del Carmel carmelamunt y la Salut salutemdegracia. Aquí podéis leer el resumen:
De qué forma afecta la pobreza a las mujeres, específicamente? ¿Cuáles son las consecuencias de tener que hacer frente a tareas de cura no remuneradas por las economías de estas mujeres y sus familias? ¿Cómo les condiciona la realidad del habitáculo y el mercado laboral en Barcelona? Estas han sido algunas de las preguntas que han intentado guiar esta primera edición del ‘Baròmetre sobre la feminització de la pobresa’, elaborado por el medio de acción social de Cataluña, Social.cat.
Los datos de este informe se han extraído de una muestra de 238 mujeres, de las cuales un 75% reside en la capital y un 25% lo hace en otros municipios, pero o bien trabaja en Barcelona o la visita de forma constante para acceder a diversos recursos y servicios.
Para analizar su situación socioeconómica, en las encuestas se les preguntaba sobre 5 ámbitos concretos de su vida: trabajo remunerado, trabajo de curas, economía del hogar y habitáculo, salud y situación administrativa.
Un trabajo remunerado que no dignifica
El 66,4% de las mujeres encuestadas (un total de 158) han manifestado tener un trabajo remunerado. De estas, casi la mitad se dedica al ámbito de los servicios y un 27,85% lo hace a las curas y la limpieza. 1 de cada 4 (25,95%) dedica más de 8 horas al día a trabajar, aunque más de la mitad (51,27%) tiene una jornada parcial.
Además, el salario medio de las mujeres encuestadas se encuentra muy lejos de la media de la ciudad (27.869 euros brutos anuales, poc más de 2.300 euros al mes). Solamente un 36,71% de las participantes en la muestra del Baròmetre cobran más de 1.200 euros al mes y hay un 13% que cobra menos de 600 euros mensuales.
En este sentido, un 55,06% de las mujeres aseguran que su sueldo no les permite cubrir todas las necesidades básicas, y un 64,56% de las personas que trabajan consideran que el sueldo que reciben no es digno para el trabajo que desarrollan. Por un lado, en la encuesta se evidencia también que la mayoría de las mujeres trabajan en trabajos principalmente ejercidos por mujeres, concretamente un 72,78%.
Respecto a las mujeres que no tienen un trabajo remunerado, un 45,83% hace entre 1 y 3 años que no trabaja. Además, en la mayoría de los casos, no es por falta de ganas: un 66,67% de las mujeres están activamente buscando trabajo pero o bien no lo encuentra (33,33%) o bien el que encuentra no le permite conciliar la vida familiar con la profesional (29,17%). Estos datos contrastan con el hecho de que un 56% de las mujeres encuestadas tienen estudios superiores.
El trabajo de curas: absorbente y con pocos beneficios
Las curas, al ser habitualmente un trabajo no remunerado, son un factor clave para entender la situación socioeconómica de las mujeres. En el Baròmetre, un 61,76% de las encuestadas han asegurado tener entre 1 y 3 personas a su cargo, sean infantes, gente mayor, o personas con alguna discapacidad.
A su vez, un 76,54% asegura dedicar más de 4 horas al día a la cura de los demás y, aún así, un 73,5% no recibe ningún tipo de ayuda económica por las tareas de cura que desarrolla. Además, aunque un 47,5% de las participantes de la muestra señalan que necesitan ayuda para seguir adelante con el trabajo de cura que hacen, más de un 73% afirma que no reciben ningún tipo de ayuda de otras trabajadoras.
Los gastos del hogar asfixian la economía de las mujeres
Uno de los datos más relevantes de este informe es que 1 de cada 4 mujeres (25,2%) dedica más del 80% de sus ingresos a hacer frente los gastos del hogar. En general, un 46,64% de las encuestadas aseguran que sus gastos son entre 500 y 1.000 euros mensuales, y 4 de cada 5 (80,67%) ha afirmado que han tenido que reducir el consumo de agua, luz o gas en algún momento para hacer frente a los gastos.
Por otra parte, solamente un 13,4% de las mujeres encuestadas han señalado que su situación económica les permite llegar bien a final de mes, mientras que casi un 30% apunta que nunca lo consiguen. En este sentido, un 65,13% ha tenido que pedir alguna ayuda para hacer frente a los gastos del hogar en un momento de su vida.
A esta situación económica ya de por si complicada se le suma la crisis económica y social generada por el Covid-19, la cual ha tenido efectos directos en las vidas de estas mujeres: 3 de cada 5 encuestadas (61,34%) afirman que la pandemia ha empeorado su situación económica y solamente un 38,66% ha afirmado que no ha sido así.
Los efectos de la precariedad en la salud
La precariedad y la pobreza tienen efectos también sobre la salud, mental y física, de estas mujeres. 1 de cada 4 de las encuestadas (25,63%) ha definido su estado de salud como malo, y más de la mitad (51,26%) ha asegurado tener problemas de salud derivados de su trabajo actual o de trabajos ejercidos anteriormente.
En este sentido, es preocupante también que un 27,73% ha manifestado que no pueden ir al médico con normalidad cuando tienen un problema de salud, casi la mitad (45,38%) ha afirmado no poder ir al dentista si lo necesita y un 46,22% ha señalado que no tiene acceso a atención psicológica.
La irregularidad: un factor transversal de feminización de la pobreza
Respecto a la situación administrativa de las mujeres encuestadas, un 42% se encuentra en situación irregular administrativa y un 36,97% admite haber sufrido algún tipo de discriminación institucional. De estas situaciones discriminatorias, la más repetida (en un 25,63% de los casos) es la de tener problemas para acceder a ayudas o prestaciones.
Además, un 11,34% se ha encontrado trabas para regularizar su situación administrativa, un calvario denunciado por las entidades y ONG que trabajan por los derechos de personas migradas y que tiene efectos directos en su acceso a un trabajo remunerado y a servicios como los de salud o educación.
El cuestionario se ha diseñado con la colaboración de Sindillar y de la Fundació Surt, ambas organizaciones especializadas en el trabajo con mujeres en situación de vulnerabilidad. Además, este Baròmetre también ha contado con la ayuda de Las Kellys; el Sindicat de Cuidadores Professionals Municipals (SAD); Mujeres Migrantes Pa’Lante; Associació in via; Fundació Intermedia; Fundació ABD; Sindicat de Mares en la Diversitat Funcional; Som de Barri; así como el Pla Comunitari del Carmel y el de La Salut.
El proyecto ha contado con la financiación del Ajuntament de Barcelona.
Puedes descargarte el informe entero en el siguiente enlace.